En ninguna época se ha hablado tanto del diálogo y de sus bondades como en la nuestra. Sin embargo, este es el tiempo en donde brillan con luz propia los prejuicios, las interpretaciones inadecuadas, las suposiciones y las ambiguedades. Gracias a esto último nos apoyamos en el diálogo para enaltecer monólogos... Miremos dos casos: unos chistes y un audiotexto.
Hola ¿habla Dora? -Habladora tu vieja, hijo de puta!
- Hola ¿esta Armando? - No, apenas voy por las instrucciones.
- Hola ¿Conchita? - No, con Tarzán.
- Señor, hace 20 minutos que le pedí al mozo una botella de vino de la
casa.
- Va a tener que esperar otros 20 minutos, porque el mozo vive medio lejos.