En ninguna época se ha hablado tanto del diálogo y de sus bondades como en la nuestra. Sin embargo, este es el tiempo en donde brillan con luz propia los prejuicios, las interpretaciones inadecuadas, las suposiciones y las ambiguedades. Gracias a esto último nos apoyamos en el diálogo para enaltecer monólogos... Miremos dos casos: unos chistes y un audiotexto.
Hola ¿habla Dora? -Habladora tu vieja, hijo de puta!
- Hola ¿esta Armando? - No, apenas voy por las instrucciones.
- Hola ¿Conchita? - No, con Tarzán.
- Señor, hace 20 minutos que le pedí al mozo una botella de vino de la
casa.
- Va a tener que esperar otros 20 minutos, porque el mozo vive medio lejos.
Casualmente, hoy platicaba con alguien de eso, y le pedí con imposición: “No supongas, por favor, no lo hagas...”
ResponderEliminarCreo que ahora se reafirma aun más que todo esta perfectamente planeado, todo llegue a pensar, menos que entrando a tu blog encontraría algo que va tan acorde con lo que pensé hoy. Y lo peor, que creo que me sale tanto tanto, necesito dejar de suponer y comenzar a preguntar, sin pena, sin miedo, sin…tanta bobada.
Te quiero mi RÜ!
Con mucho cariño Carito.